Usted está aquí

ASUNCIÓN, Paraguay - El envejecimiento de nuestra región es un tema serio y urgente. No es casual, por ello, que sea el centro de la agenda por estos días en Asunción, donde se lleva a cabo la Cuarta Conferencia Intergubernamental sobre Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores. Organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Gobierno de Paraguay, a través del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y del Ministerio de Relaciones Exteriores, la misma es un espacio clave en el que el Fondo de Población se encuentra participando activamente.

“La disminución de las tasas de mortalidad y el aumento de la perspectiva de vida de la población mundial han traído como consecuencia su envejecimiento”, explica Esteban Caballero, Director Regional del UNFPA, en la presentación del informe técnico Una mirada sobre el envejecimiento, que da cuenta de esta situación sociodemográfica en varios países de nuestra región. Este rápido envejecimiento de la población en América Latina y el Caribe, agrega, plantea desafíos importantes, “ya que la región continúa siendo la más desigual a nivel mundial y no ha alcanzado los índices de desarrollo humano de otras regiones con similares niveles de envejecimiento”.

 

Asuntos claves

El documento aborda una serie de asuntos claves en torno al envejecimiento. El primero guarda relación con la pobreza y la inequidad que viven las personas mayores, quienes enfrentan una serie de vulnerabilidades por haber perdido o disminuido sus ingresos, a lo que se suma que muchas veces realizan trabajos informales para ayudar a sostener a sus familiares.

Respecto a la seguridad económica, ésta se determina acorde al poder adquisitivo de las personas mayores. Entran en juego variables como trabajo, ahorro, jubilaciones o pensiones y obedece directamente al nivel y tipo de consumo que a su vez están relacionados a la edad, estado de salud, arreglos de residencia y servicios estatales gratuitos o subsidiados, acorde a CEPAL/CELADE.

Un punto crítico es que la mayoría de las personas mayores en América Latina y el Caribe no tiene acceso a una pensión por vejez que les permita alcanzar un estado de bienestar y protección económica.

En contraposición, dónde sí se han dado avances es en la mejora de las modalidades de aseguramiento de las de las personas mayores, incrementando su cobertura de salud. Pero nuevamente son las personas mayores de zonas rurales y alejadas, o en situación de vulnerabilidad o pobreza, quienes no acceden a servicios de salud de calidad.

La participación es otro de los aspectos en los que los países de ALC han avanzado, fortaleciendo los canales a fin de que las personas mayores incidan en la formulación y seguimiento de las políticas nacionales y territoriales.

Queda pendiente desarrollar medidas apropiadas para prevenir la violencia contra las personas mayores: la OMS calcula que 1 de cada 10 ha sufrido malos tratos en el último mes.

Recomendaciones

La Conferencia se realiza en el marco del tercer ciclo de examen y evaluación del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento y tiene por objetivo principal examinar los logros en el cumplimiento de los compromisos asumidos por los países miembros de la CEPAL en la Carta de San José sobre los Derechos de las Personas Mayores de América Latina y el Caribe. Permitirá también identificar las acciones clave para ampliar la protección de los derechos de las personas mayores en los próximos cinco años, específicamente aquellas que faciliten la implementación de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.

Participan por el Fondo de Población, el Asesor Regional de Población y Desarrollo, Pablo Salazar Canelos, y la Representante Auxiliar de Paraguay, Rocío Galiano. 

El UNFPA hace hincapié en que se asegure el ejercicio de los derechos humanos, económicos, sociales, políticos y culturales de las personas mayores. Esto llevaría a erradicar la pobreza y la vulnerabilidad social, teniendo en cuenta el desarrollo urbano y rural, el envejecimiento activo y productivo, en el marco de la familia y la comunidad, así como la recreación y el uso del tiempo libre, en medio de un ambiente accesible.

Por todo lo anterior, las políticas, planes y programas para el conjunto de la población deben incluir la mirada y los retos del envejecimiento, identificando recursos económicos, sociales y humanos para su gestión. Un reto que interpela a nuestros países y que constituye un asunto de derechos y de solidaridad intergeneracional.

Texto: Carolina Ravera Castro.

Fotografías: UNFPA/Colombia/Sergio Mejía.