ASUNCIÓN, Paraguay - El problema que enfrentan las y los jóvenes “es que no nos quieren dar oportunidades porque muchos no hemos podido estudiar. Yo vivo en Roque Alonso (ciudad a unos 18 km de la capital) y para mí ir a la universidad es muy difícil, entre el colectivo y el costo del pasaje y de los materiales ya no es posible”, sostiene Cristóbal Fleitas (18), quien reconoce que “si vos no tenés un estudio” es muy difícil progresar. Este es solo uno de los rostros del bono demográfico, oportunidad única ante la que se encuentra Paraguay y que podría constituir, si se toman las acciones necesarias, un salto al desarrollo de su población. Esto se traduce en la necesidad urgente de invertir en la infancia, la adolescencia y la juventud, con igualdad de género, a través de una mejora en la retención, competencias y oportunidades educativas; una disminución de los riesgos asociados a la salud; oportunidades de acceso al mercado laboral en condiciones dignas y un modelo de desarrollo basado en actividades económicas que oferten puestos laborales formales, de calidad y bien remunerados.
Estos cambios permitirán incrementar el crecimiento económico, tener una inserción en la economía mundial mediante la producción de bienes y servicios de alto valor agregado, así como la atracción de nuevas inversiones al poseer el capital humano adecuado. En otras palabras, una base sólida para capitalizar la producción obtenida de la población joven a largo plazo, aspecto que se viene estudiando como segundo bono demográfico.
Fueron estos puntos los resaltados por Rocío Galiano Marés, Representante Auxiliar del UNFPA, durante la presentación del libro “Cuenta regresiva. ¿Cómo aprovechar el bono demográfico en Paraguay?” realizada hoy en el hotel Crowne Plaza. En la oportunidad se contó con la participación del Ministro de la Niñez y la Adolescencia (SNNA), Ricardo González Borgne, y el Ministro de la Secretaría Técnica de Planificación Desarrollo Económico y Social (STP), José Molinas Vega. También participó de la mesa el Director de Gabinete de la Secretaría Nacional de Juventud (SNJ), Anuar Gossen.
Ventaja única
Esta ventaja única solo se da una vez en la historia de un país, terminará para nuestro país en el 2050, posterior a una caída gradual conforme vaya envejeciendo la generación en edad de trabajar. En ese momento, tal como ocurre en países que ya se encuentran en etapas medias y avanzadas de envejecimiento, crecerá la demanda por salud, seguridad social y cuidados, que el Estado deberá atender. “Nos encontramos entonces ante una cuenta regresiva que nos interpela a aunar voluntades y esfuerzos con el Estado, la sociedad civil y el sector privado para tomar las medidas oportunas”, manifestó Galiano Marés.
Por su parte, el Ministro González Borgne, destacó la necesidad de invertir en protección, educación y salud de niñas, niños y adolescentes, a la par que el Ministro Molinas Vega sostuvo que “para lograr ejecutar políticas públicas de calidad se debe articular al sector público y privado, es un desafío de todas las organizaciones”.
Data y costo social
El informe recoge datos sobre trabajo, educación y salud, recordándonos que el 28,5% de la población adolescente (14 a 17 años) es parte de la población económicamente activa (ocupada o en busca de empleo). A pesar de la existencia de normativas legales, un amplio número de adolescentes y jóvenes inicia su participación económica en la niñez, esto es el trabajo infantil como antesala.
En cuanto a educación las cifras apuntan a que un 57,8% de adolescentes y jóvenes entre 15 y 29 años no asiste actualmente a un establecimiento de enseñanza, lo que implica que más de un millón de adolescentes y jóvenes se halla fuera del sistema educativo, con los riesgos que esto conlleva. Esta proporción empeora en poblaciones de bajos ingresos y del área rural.
A esto se suma que cada día mueren 5 adolescentes y jóvenes en el Paraguay y que las 3 principales causas de muertes en adolescentes entre 15 a 29 años registradas en el 2015 son causas externas (accidentes y homicidio), tumores y muertes asociadas al embarazo, parto y posparto.
La clave del informe es que el costo social de no aprovechar el bono demográfico será muy elevado para el país y que, en los próximos años, el volumen de población que actualmente está en edad de trabajar envejecerá y disminuirá la futura población en edad de trabajar (menor reemplazo de la fuerza productiva), con lo cual habrá una alta demanda en sistemas de salud, de seguridad social, de cuidados y seguridad económica, con estructuras familiares más reducidas.
Finalmente, y no menos importante, remarcaron las y los participantes que se debe colocar en el centro de la discusión pública y política las decisiones en relación al cambio poblacional, sus efectos y beneficios, con un compromiso que debe ser asumido por todos: el Estado, la sociedad civil, la academia, las empresas privadas, los medios de comunicación y la cooperación internacional.
La presentación técnica del documento estuvo a cargo de Mirtha Rivarola, Oficial de Género y Adolescencia del UNFPA, y de la consultora Claudina Zavattiero.
Texto: Carolina Ravera Castro.
Más recursos
* Descarga la publicación "Cuenta regresiva. ¿Cómo aprovechar el bono demográfico en Paraguay?".
* Vea la animación: Bono demográfico en Paraguay.
* Antecedentes de situación: Paraguay Joven. Informe sobre juventud.