La decisión de los Estados Unidos de restaurar el apoyo financiero y político al UNFPA tendrá un impacto enorme en el trabajo del UNFPA y en las personas a las que servimos. Envía un mensaje poderoso a las mujeres y niñas de todo el mundo de que sus derechos son importantes.
El restablecimiento de la financiación permitirá al UNFPA prevenir más de 1 millón de embarazos no deseados y brindar servicios de salud reproductiva que salvan vidas a más de 4 millones de mujeres y jóvenes cada año, incluidos los servicios vitales que necesitan las sobrevivientes de violencia de género.
El regreso del apoyo de EE. UU. Llega en un momento crítico: COVID-19 ha tenido un impacto devastador en la salud y el bienestar de mujeres y niñas en todo el mundo, y amenaza con retrasar el importante progreso que el mundo ha logrado en los últimos años. En este momento difícil, toda la comunidad internacional debe alzarse en solidaridad para proteger estos logros y seguir avanzando.
Los programas del UNFPA tienen como objetivo lograr un mundo en el que todos los embarazos sean deseados, todos los partos sean seguros y el potencial de todos los jóvenes se desarrolle. Operamos en más de 150 países y territorios, brindando servicios de salud sexual y reproductiva que salvan vidas a las personas más marginadas y vulnerables, incluso en las crisis humanitarias más urgentes y peligrosas del mundo. Ahora, con el generoso apoyo del pueblo estadounidense, el UNFPA podrá llegar a más mujeres y niñas con estos servicios vitales.
El UNFPA también acoge con beneplácito el anuncio del presidente Biden hoy de revocar la versión ampliada de la Política de la Ciudad de México, también conocida como la "regla mordaza global", que ha resultado en la eliminación de fondos de las organizaciones de salud reproductiva en los países en desarrollo de las que dependen las mujeres pobres y sus familias.
Con el restablecimiento de la financiación del UNFPA, Estados Unidos defiende los derechos de todas las mujeres a llevar una vida sana y empoderada, y a vivir libres de violencia. Esperamos trabajar con el presidente Biden, el vicepresidente Harris y el pueblo estadounidense para lograr un mundo en el que la salud y los derechos sexuales y reproductivos sean una realidad para todos.