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"Desde el lugar que nos toca estar, todos somos responsables"

"Desde el lugar que nos toca estar, todos somos responsables"

Historia

"Desde el lugar que nos toca estar, todos somos responsables"

calendar_today 12 Mayo 2025

Marta Peralta es psicóloga y docente universitaria.
Marta Peralta, psicóloga y docente universitaria, hace una década está trabajando en el Programa Abrazo y asegura que no quisiera estar en otro lugar. ©UNFPA Paraguay/Nicolás Ayala Dávalos.

AREGUÁ, Paraguay - Marta Peralta es psicóloga y docente universitaria, aunque el título que más satisfacciones le ha traído es el de "profe", como la llaman las niñas, niños y adolescentes del Programa Abrazo, en el que trabaja desde hace una década. 

Abrazo es un programa del Ministerio de la Niñez y Adolescencia (MINNA) que busca la protección social de niñas, niños y adolescentes en situación o riesgo de trabajo infantil peligroso y de especial vulnerabilidad, junto con la prevención y reducción de los riesgos asociados. A través de centros distribuidos en Asunción, Concepción, San Pedro, Cordillera, Guairá, Caaguazú, Itapúa, Misiones, Alto Paraná, Central, Ñeembucú y Canindeyú, el programa brinda actualmente atención a 13.789 niñas, niños, adolescentes y 5.337 grupos familiares.

Marta Peralta, docente del Programa Abrazo.

Marta desempeña su labor en Areguá, la capital del departamento Central. Junto a su compañera Neide Aveiro, es la responsable de la unidad de atención del Programa Abrazo que acoge a cerca de 300 niñas, niños, adolescentes y sus familias, proporcionándoles asistencia con alimentos, cuidados y refuerzo escolar. 

El requisito fundamental para las familias beneficiarias de Abrazo es asumir el compromiso de que sus hijos e hijas no trabajen en las calles y permitirles que asistan a la escuela con regularidad.

"Nuestra atención es integral. Como programa no solo brindamos una alimentación saludable y les recibimos en los espacios de cuidado, sino que llegamos a las casas y a las comunidades, vemos qué es lo que está pasando y qué es lo que necesitan. Cada comunidad nos tiene de referencia, saben que cuentan con nosotras", dice Marta.

No se trata de una tarea aislada, sino articulada con otros ministerios e instituciones de los sectores de salud, educación, empleo y justicia. "Las escuelas, por ejemplo, cumplen un rol fundamental en la protección. Por eso estamos en permanente comunicación con las profes y directoras. También trabajamos con el Ministerio de Defensa Pública en el ámbito del cumplimiento de derechos", cuenta.

"Es posible vivir sin violencia"

Acercándose al 31 de mayo, Día Nacional contra el Abuso y la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes, Marta recuerda que el trabajo infantil y adolescente está estrechamente vinculado a situaciones de violencia que afectan gravemente el desarrollo integral.

A pesar de ser un problema complejo, con avances y retrocesos, la profe celebra casos como el de Griselda Ferreira. Ella fue una niña trabajadora que no tuvo acceso a la educación. Hoy, con el Programa Abrazo sus ocho hijos estudian, y los mayores han culminado la secundaria sin necesidad de trabajar en las calles. "Cuando ella era niña no tuvo la posibilidad de formarse, pero cambió la historia de sus hijos. Son niños que juegan, que están en su casa, en su comunidad y que crecen seguros. Ellos demuestran que es posible vivir sin violencia", afirma Marta.

Cuando ella era niña no tuvo la posibilidad de formarse, pero cambió la historia de sus hijos. Son niños que juegan, que están en su casa, en su comunidad y que crecen seguros. Ellos demuestran que es posible vivir sin violencia", afirma Marta.

La misma Griselda lo confirma: "Mis hijos estudian y, gracias a eso, no se van a la calle conmigo a trabajar. Yo no sé leer ni escribir, pero todos mis hijos sí, y están saliendo adelante".

Griselda Ferreira.
Griselda Ferreira, junto a Marta en la fotografía, no sabe leer ni escribir, pero sus ocho hijos sí. Lo han logrado gracias al compromiso de Griselda y a la asistencia del Programa Abrazo. ©UNFPA Paraguay/Nicolás Ayala Dávalos.

Proteger entre todos

Para acceder al Programa Abrazo las personas interesadas deben dirigirse a las unidades de atención o consultar al Servicio Fono Ayuda 147. Pero Marta va más allá y hace un llamado a la acción. Su anhelo es ver a los 300 niños, niñas y adolescentes de su ciudad convertirse en adultos preparados y responsables, "que trabajen por su país y por ellos mismos". Advierte que esta meta exige el esfuerzo de todos. "Desde lo más pequeño que podemos hacer, desde el lugar que nos toca estar —sociedad, familia, Estado—, todos somos responsables y tenemos que trabajar unidos para sacar a las y los niños adelante".

Niños del Programa Abrazo.

Esta historia forma parte de la campaña #QuieroVivirAsí #SinViolencia, impulsada por el UNFPA junto a aliados como el MINNA, para difundir recursos disponibles y su alcance, buscando que más personas, especialmente mujeres, adolescentes y niñas, accedan a información sobre sus derechos y a las instituciones que los protegen, para disfrutar de una vida libre de violencia.

Equipo de redacción: Carolina Ravera Castro/Agencia PRessencia.

Fotografía: UNFPA Paraguay/Nicolás Ayala Dávalos.