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CORONEL OVIEDO, Paraguay – Los días 12 y 13 de septiembre, la ciudad de Coronel Oviedo fue sede del encuentro de mujeres líderes y representantes de siete pueblos indígenas de la Región Oriental: Sanapaná, Mbya Guaraní, Aché, Qom, Avá guaraní, Paî Tavyterâ y Guaraní Occidental.

 

Este evento marcó el segundo encuentro del año, completando así una serie de reuniones por regiones. El acto inaugural contó con la presencia de la ministra de la Mujer, Cynthia Figueredo, la jefa de Cooperación adjunta de la Delegación de la Unión Europea en Paraguay, Diana García Alcubilla, la coordinadora del Programa europeo implementado por la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP) de Apoyo al Desarrollo Sostenible en Paraguay, Pilar del Barrio, y la representante nacional del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Paraguay (UNFPA), Rocío Galiano Marés.

 

 

La ministra Figueredo expresó su compromiso: "Hoy venimos con el equipo del Ministerio de la Mujer a escuchar sus vivencias, experiencias y a aprender de ustedes que son las protagonistas. Queremos cumplir con el mandato que tenemos en el Plan de Igualdad, en las rutas de acción y decirles que desde el Ministerio de la Mujer tenemos las puertas abiertas para todas ustedes".

 

Por su parte, Galiano Marés destacó que "este espacio nos permite conocer cómo viven la violencia en sus comunidades, entender cómo se produce, las asimetrías y diferencias que se dan al interior de la comunidad y pensar en cómo abordar, prevenir y dar respuesta rápida y adecuada".

 

Para el UNFPA, la prevención y erradicación de todo tipo de violencia es parte de su mandato institucional, particularmente la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes y de allí la relevancia de este trabajo conjunto con FIIAPP y la Unión Europea.

 

"Queremos pedirles a las autoridades que nos miren"

A través de una metodología participativa, se exploraron conceptos claves, mecanismos comunitarios, los servicios públicos de atención disponibles, analizaron su utilización y los desafíos que enfrentan al acceder a ellos, como también, propuestas acciones concretas a las entidades gubernamentales.

 

 

Por su parte, una de las participantes* del Pueblo Aché dijo: "Queremos pedirles a las autoridades que nos miren. En Villarrica tenemos un proyecto que busca sacar a niños y niñas de la calle. Antes no conocía mis derechos, después de participar durante dos años de encuentros de capacitaciones como este, con las mujeres, desperté. Aprendí sobre nuestros derechos a ser escuchadas por las autoridades, porque antes iba a realizar las denuncias y me decían que, porque soy indígena, debía ir a Asunción a la oficina del INDI a denunciar, pero un día participé en un encuentro de mujeres y desperté. Me hablaron del convenio 169 y que no hacía falta ir a Asunción para hacer las denuncias, que podría ir a la CODENI para contarles que hay casos de abusos de niños indígenas".

 

Desigualdad y vulnerabilidad visible

Cabe resaltar que, según resultados del último censo, en Paraguay, el 2,29% corresponde a la población indígena, y el impacto de la desigualdad es aún mayor en estas poblaciones. De hecho, según datos oficiales, entre 2018 y 2020, a nivel nacional se logró una reducción del 23% en el número de nacidos vivos registrados en niñas no indígenas de 10 a 14 años, en el mismo periodo en niñas indígenas de 10 a 14 años se registra un incremento del 34%. A esto se suma que 1 de cada 8 muertes maternas en adolescentes corresponde a una adolescente indígena. Estas cifras no sólo muestran la desigualdad en el acceso a educación, salud y protección, sino además una mayor vulnerabilidad a situaciones de abuso sexual.

 

 

“Recientemente se murió una compañera en un hospital porque era mujer, porque es indígena, porque es pobre. Hasta hoy vivimos en la discriminación 'Nde né, tereho ejahu, nde ne' (hueles feo, anda a bañarte; frase en guaraní). Nos discriminan por ser mujeres indígenas y queremos espacios donde haya especialización en atención para las mujeres”, expresó una participante que pertenece a la organización Kuña Guaraní Aty, quien compartió su experiencia y denunció la discriminación y la falta de espacios especializados.

 

Otro aspecto crucial destacado en el encuentro fue la discriminación que enfrentan debido a las barreras lingüísticas. Expresaron que no todas las comunidades indígenas hablan guaraní. Actualmente, en el país coexisten 19 pueblos con diversas lenguas. La falta de asistencia o respuesta estatal en su lengua plantea problemas en todos los niveles, desde la presentación de denuncias hasta la implementación de los procedimientos necesarios para resolver la situación de manera efectiva.

 

Derecho consuetudinario

Según el artículo 63 de la Constitución Nacional, los pueblos indígenas tienen derecho a preservar su identidad étnica, reconociendo que son grupos culturales anteriores a la formación y organización del Estado, y que por ello tienen derecho de aplicar libremente sus sistemas de organización siempre que los mismos no atenten contra los derechos fundamentales establecidos en la Constitución Nacional. Esto debería ser una doble protección a sus derechos, pero actualmente se presenta una barrera en la interpretación y en el cumplimiento de protocolos de denuncia y acción estatal.

 

“Lo que hay que entender muy bien es que la violencia no es cultural. Ninguna cultura indígena puede implementar como cultura la violencia. Es una cuestión de costumbre que se va alimentando y generalmente esa forma de violencia contra las mujeres es producto de una sociedad machista. Bajo ningún concepto, se puede apañar la violencia en el derecho consuetudinario. Las violaciones, los abusos, los golpes, maltratos no son derecho consuetudinario. Lastimosamente muchos jueces y fiscales caen en eso. En una comunidad fue violada una pobre anciana: No, eso no es derecho consuetudinario”, sostuvo una de las integrantes de la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (ANIVID), quien enfatizó la importancia de no confundir las costumbres con actos violentos.

 

Un llamado a la inclusión y a la justicia

La propuesta que presentan es la de una sociedad con menos discriminación y mayor atención hacia las mujeres indígenas y abogan por el respeto pleno hacia sus culturas. 

 

Así también, consideran esencial que las instituciones tomen en cuenta la diversidad de lenguas y que cuenten con personal capacitado para comunicarse. 

 

Afirman que es necesario que en entidades como CODENIS, gobernaciones, municipalidades y así mismo las autoridades estén familiarizadas con sus derechos y las leyes que las protegen. y enfatizan la importancia de contar con mujeres policías en las comisarías para brindar apoyo a las víctimas de violencia.

 

“Necesitamos una mesa de diálogo interinstitucional entre las mujeres, las autoridades locales y las gobernaciones para dar respuestas a las demandas específicas de las mujeres indígenas y así dar seguimiento a nuestras propuestas”, señaló una de las participantes.

 

Este encuentro, impulsado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Programa de Cooperación de la Unión Europea de Apoyo al Desarrollo Sostenible en Paraguay, bajo la implementación de la FIIAPP, constituyó una plataforma relevante para elevar las voces de las mujeres indígenas y promover una sociedad inclusiva y libre de violencia.

 

 

*Como apoyo a su cuidado, hemos obviado los nombres de las participantes de los diversos pueblos indígenas.

 

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Equipo de redacción: Carolina Ravera Castro, Oficial de Abogacía y Comunicación del UNFPA Paraguay, y Fabiana Montiel, Encargada de Comunicación del Programa de la Unión Europea de Apoyo al Desarrollo Sostenible en Paraguay implementado por la FIIAPP.

Fotografías: Luis Vera.