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BAÑADO SUR, Asunción - Paraguay. Cateura Accesorios es un ejemplo notable de cómo se pueden gestionar y aprovechar los residuos y, al mismo tiempo, empoderar económicamente a mujeres artesanas. Con la idea de hacer arte de la basura, la marca produce collares y aros de diseño, utilizando materiales de desecho del basurero de Cateura, el gran vertedero de la capital y de los municipios del área metropolitana. 

Si bien existe una tendencia hacia la mejoría, las desigualdades económicas entre mujeres y hombres persisten en Paraguay. Según los últimos datos de la Encuesta Permanente de Hogares 2023, la tasa de ocupación de las mujeres alcanza solo el 54,4% y la mayoría de las ocupadas trabaja por cuenta propia. La brecha en los ingresos promedio se mantienen, ya que por trabajos remunerados las mujeres ganan en promedio 23% menos que los hombres, acorde a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Es bien sabido que el empoderamiento económico de las mujeres impacta positivamente en ellas, sus hijos e hijas y sus comunidades y que tiene una relación directa con el cuidado de su salud sexual y reproductiva, como los controles pre natales, chequeos anuales (PAP, mamografía, entre otros), lo que se traduce en una mejor calidad de vida. En esta línea de pensamiento, nace en el 2019 Cateura Accesorios, como parte del esfuerzo de varias organizaciones reunidas en torno a un proyecto apoyado por la Asociación Mil Solidarios, con la colaboración de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la sociedad civil. En ese proceso, más de 1.000 mujeres del Bañado Sur se formaron en temas de interés, como trabajo, distribución de tareas del hogar y cuidado, educación y situación medioambiental de los barrios. También aprendieron técnicas artesanales aplicadas a la materia prima más cercana y accesible: la basura del vertedero Cateura.

Hoy seis mujeres lideran el taller de artesanía de la comunidad. Luego de haber recibido capacitación del diseñador Abel Morel, ellas mismas diseñan y elaboran las joyas. Librada Leguizamón, una de las orfebres, asegura que la fortaleza del emprendimiento viene de conocer los talentos de cada una. Ella aplica la técnica del ñandutí, el encaje típico que imita el tejido de una telaraña, a los accesorios que produce con elementos reciclados. Otras trabajan aplicando las técnicas del macramé, el crochet y los nudos.

Cada artesana produce sus trabajos de forma independiente, pero siempre en comunicación con las demás. En el Centro de Atención Familiar (CAFA) aprenden sobre tendencias o novedades, a la par que adquieren inspiración de sus conversaciones con Soraya Bello (directora ejecutiva) o Guillermina Lara (administradora). 

Poniendo valor a algo que ya no lo tenía

Los días de Librada pueden parecer caóticos a veces. Inicia su jornada a las 3:30 de la mañana para acompañar a su hijo a las prácticas de fútbol. Con siete hijos y nueve nietos, las actividades no paran para esta mujer que reconoce que cumplir con sus responsabilidades como madre, abuela, líder de hogar y emprendedora es bastante difícil. Aún así, Cateura Accesorios es para ella una prioridad.

En el mes de las madres, conocer a Librada es acercarnos a la historia de muchas mujeres que a diario, con esfuerzo y dedicación, sacan adelante sus hogares, crían a sus hijos e hijas y aportan efectivamente al desarrollo de nuestros países. 

Sabemos que las mujeres trabajan más horas que los hombres, pero con sesgo en lo no remunerado. Para las mujeres, el tiempo de trabajo no remunerado representa en promedio más de la mitad del tiempo de trabajo entre los 25 a los 43 años, algo que el UNFPA levanta fuertemente cuando propone la necesidad de avanzar en políticas de cuidado que garanticen los derechos de las mujeres trabajadoras.   

Como grupo, las artesanas reconocen que convertirse en diseñadoras les costó un poco, pero resulta muy gratificante. La próxima colección, denominada Juky (gracia, encanto en guaraní, idioma oficial de Paraguay junto al español), se inspira en la tendencia coquette, el uso de moños y perlas que causó furor en las redes sociales.

Cada pieza es única y a Librada le genera mucho orgullo su trabajo, ya que sus clientas aprecian y reconocen sus joyas cuando la ven.

Las joyas de estas artesanas ganan visibilidad en los lanzamientos de colecciones, que se realizan en un centro comercial de manera periódica.

Las artesanas emplean principalmente cable, cobre y latón, que extraen de electrodomésticos que ya no funcionan, como televisores, equipos de sonido y lavarropas. Ellas mismas se encargan del desarme de los aparatos y la extracción de la materia prima, y luego de su limpieza y desinfección. 

Encontrar el valor en algo que la gente piensa que ya no lo tiene y convertirlo en una hermosa joya es la prueba de que la voluntad y el trabajo pueden cambiar la realidad. “Nadie cree que se va a formar algo bello de la basura. Para nosotras, es la materia prima que nos saca adelante”.

Romper ciclos

Las artesanías de Librada son las más vendidas de cada colección. Sus ingresos le permiten invertir en lo que más valora: su hogar. Quiere una casa segura para su familia. Para ella es muy importante ser independiente y tener ingresos propios.

Como a muchas mujeres, la violencia física y verbal no les resulta extraña en su comunidad, un tema que es esencial en el mandato del UNFPA.

Librada entiende que hacerle frente a ese problema supone un gran esfuerzo. Primero, hay que reconocer la necesidad de ayuda y acudir a las autoridades correspondientes. Cree que valorarse como mujer no solo permite alcanzar la felicidad, sino también la de hijos e hijas y protegerles de los daños que generan los círculos de violencia, para “que no tengan ese trauma que casi la mayoría está pasando con la violencia”.

En nuestro país, el impacto económico de la violencia hacia las mujeres en el marco de relaciones de pareja tiene un costo total de 1.450 millones de dólares al año, incluyendo el costo para las mujeres, sus hogares, la comunidad y el gobierno. La mitad de este costo corresponde al impacto económico para microemprendimientos y pequeñas y medianas empresas.

El reconocimiento alimenta sueños

Perú, Italia y España son algunos de los países conquistados por los trabajos de las artesanas de Cateura. “Nosotras somos reconocidas internacionalmente”, menciona orgullosa Librada. Uno de sus mayores logros fue haber viajado a España para conocer el parque joyero en Córdoba y técnicas para la gestión de residuos en ese país.

Su meta es continuar trabajando y produciendo arte. Si bien, su visión de aquí a cinco años no está aún muy clara, una cosa tiene segura: “Me gustaría seguir viviendo para ver el fruto de mi trabajo”. 

¿Algún mensaje para otras mujeres que están intentando salir adelante?

No digan 'yo no puedo'. ¡Claro que se puede! Todo se puede y hay que valorarse, remarca enérgica. 

Para ella, todos los roles de las mujeres tienen su valor, ya sea como mamá, artesana, abuela o jefa del hogar.

La campaña #QuieroVivirAsí de UNFPA visibiliza historias de mujeres que combinan el arte y el empoderamiento. Con nuestros aliados, reconocemos acciones como las que emprenden Cateura Accesorios y el impacto de los proyectos que brindan a mujeres un espacio de trabajo, generando beneficios para ellas y sus comunidades, rompiendo ciclos de violencia y promoviendo el desarrollo.

Equipo de redacción: Carolina Ravera Castro/Agencia PRessencia.

Fotografías: UNFPA Paraguay/Mario Achucarro y Nicolás Dávalos.