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ASUNCIÓN, Paraguay- “Hoy en día, en medio de la pandemia, las salas de parto de todo el mundo se han convertido en escenarios donde se mezclan dos sentimientos: por un lado, el temor ante los riesgos del contagio durante el procedimiento obstétrico, que sin duda requiere un contacto directo, y por el otro, ese sentimiento de amor y emoción que tiene la madre de conocer a su bebé. Todo ese momento sagrado está unido por el contacto entre el personal médico y la paciente. Con el contexto del virus, la zozobra ha aumentado en un campo donde aún no se cuenta con todos los lineamientos de atención o evidencia científica para evaluar el riesgo”. 

Así describe Sandra Recalde, a cargo de la Dirección de Obstetricia del Ministerio de Salud, la experiencia que están viviendo cientos de obstetras que atienden partos en Paraguay, ubicado en Sudamérica, uno de los países menos afectados en la región por el contagio y que decretó un estricto periodo de aislamiento social para controlar la expansión del virus en su territorio, afectado desde el año pasado por una grave epidemia de dengue pasado que tiene saturado al Sistema de Salud.

Los retos de la salud materna en medio de la crisis por COVID-19

“Cuando se confirmó la expansión del virus, el personal gineco-obstetra se tropezó con una escasez de equipos de protección individual. Eso las llevó a buscar equipos por su cuenta. La situación creó estrés y las condujo a realizar procedimientos bajo condiciones de inseguridad. Adicionalmente, dificultó el periodo de preparto y parto y tuvo un impacto en los avances que se venían dando en la humanización de la atención del parto en el país. Hoy, el mantenimiento de la distancia se impone, como también el desafío de que aumenten los indicadores de parto por cesárea. Confiamos en el personal obstetra, pero es necesario que cuenten con equipos de protección adecuados”, añade Recalde.

Pensando en esta sentida necesidad, el Fondo de Población de las Naciones Unidas entregó insumos al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Paraguay, con la intención de proteger a médicos, obstetras y parteras que trabajan en salud materna, en especial en controles prenatales, emergencias obstétricas, parto y puerperio, y así superar la falta de asistencia por parte de las madres gestantes a las consultas.

Así lo hace notar Patricia Veiluva, Directora General de Programas de Salud del Ministerio de Salud Pública de Paraguay, quien expresa que, debido a las medidas de aislamiento social para evitar los contagios por COVID-19, las consultas prenatales y los servicios de planificación familiar han disminuido notablemente en Paraguay.

“Gran cantidad de las pacientes embarazadas han dejado de asistir a consultas de atención prenatal por temor al contagio en los centros de atención. Además, el personal médico se ha reducido, dado que muchos profesionales de salud fueron a confinamiento por ser mayores de 60 años, y las visitas domiciliarias de agentes comunitarios fueron suspendidas al inicio de la cuarentena”.

Estrategias para atender a las mujeres embarazadas en medio de la pandemia

Para responder a esta problemática, ambas funcionarias del Ministerio de Salud explican que se implementaron varias estrategias rápidas en redes sociales, plataformas virtuales y mensajería telefónica para dar seguimiento a las usuarias de los servicios. En otros casos, se realizaron videoconferencias con distintos lugares del país y visitas supervisadas a cada uno de los hospitales para asegurarse de que la atención cumpliera con las medidas de bioseguridad requeridas.

Sobre todo, se busca hacer compatibles una atención con calidad y calidez humana con las medidas actuales de protección. “Lastimosamente, avances como el acompañamiento durante el parto por parte de un familiar no se pueden aplicar en este momento debido a la falta de trajes especializados”, resalta Veiluva. 

La donación, que incluye batas, mascarillas N95, mascarillas quirúrgicas, protectores oculares, guantes de nitrilio, gorros quirúrgicos y cubiertas impermeables para zapatos, serán distribuidos en los hospitales de San Lorenzo, Trinidad, del barrio San Pablo, estos dos últimos ubicados en las zonas más populosas de la capital, así como en los de las regiones sanitarias de los departamentos de Concepción, Alto Paraná, Cordillera, Guairá, Caaguazú, Boquerón y San Pedro, lugares claves de la atención en salud en Paraguay.

Insumos que salvan vidas

Los insumos también están dirigidos a la planificación familiar y a la atención de adolescentes en servicios dependientes de las regiones priorizadas en la Movilización Nacional por la Reducción de la Mortalidad Materna, Fetal y Neonatal, la que el Fondo de Población integra junto a otros actores. 

La entrega del UNFPA, que fue recibida por la Dirección General de Insumos Estratégicos en Salud, es un apoyo a los sistemas de salud y a la continuidad de los servicios esenciales, así como una contribución a la respuesta al COVID-19. 

“Nuestra respuesta se ha centrado en apoyar la prevención y control de la infección, así como la continuidad de los servicios de salud sexual y reproductiva. Lo hemos hecho a través de la donación de equipos de protección personal, capacitaciones técnicas y el fortalecimiento del Centro de Operaciones de Emergencias del Ministerio de Salud, conjuntamente con OPS/OMS, así como con adquisición de insumos”, afirma Rocío Galiano Marés, Representante Nacional del UNFPA. 

Adicionalmente, explica que la agencia también ha aportado “kits de higiene a adolescentes y cuidadores de centros de acogida para adolescentes. Apoyamos al Ministerio de la Mujer y al Ministerio de la Niñez y la Adolescencia en sus canales de atención y respuesta a casos de violencia a través de acciones directas e iniciativas interagenciales”. 

UNFPA busca así cerrar brechas críticas, como la relacionada con la adquisición de equipos y suministros esenciales, la capacidad de detección y confirmación de casos, la ampliación de las operaciones de preparación y respuesta del país, el mapeo y la reorganización de los establecimientos de referencia.