ASUNCIÓN, Paraguay - Paraguay viene experimentando significativos cambios demográficos, como la modificación del peso relativo de los grupos de edad, la reducción de la fecundidad, el aumento de la longevidad, urbanización, cambios en la configuración de los hogares y aumento de la jefatura femenina del hogar. Estos tienen implicancias socioeconómicas que imponen nuevos requerimientos sobre la planificación del desarrollo sostenible que demandan la toma de decisiones para garantizar derechos. La demanda de cuidados tradicionalmente se atendió por la vía familiar e informal con un claro sesgo de género, lo cual es insostenible de cara a los cambios mencionados. Esto justifica la implementación de una política de cuidados.
Para moderar la caída de la fecundidad, lo importante sería ocuparse de los temas que desincentivan a las personas a tener hijos, como no contar con un sistema de cuidados. “Con un sistema de cuidados se lograría la provisión de servicios de calidad centrados en el bienestar de la persona cuidada; la aspiración a una redistribución más equitativa de la tarea que incluya corresponsabilidad entre hombres y mujeres; y el reconocimiento del valor económico y social de este trabajo. En la niñez y adolescencia los cuidados son claves para un desarrollo adecuado y una educación de calidad. Posibilita el aprovechamiento del bono demográfico. En tanto que en la vejez, los cuidados permiten una vida más larga, saludable y activa, disminuyendo los costos de salud”, explica Rocío Galiano Marés, Representante Nacional del UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas.
¿Qué hacer?
Algunas opciones son la creación de servicios de cuidado infantil (como guarderías, centros de desarrollo infantil o la extensión de las jornadas escolares y de atención a la salud) como parte de una política, políticas de conciliación de vida productiva y reproductiva, permisos de maternidad y paternidad, la corresponsabilidad de entre hombres y mujeres en los cuidados y el trabajo doméstico, la prevención de la violencia basada en género, el empoderamiento y educación de las mujeres, y como parte de la importancia de la corresponsabilidad entre el Estado, mercado, sector privado y familias en un Sistema de cuidados.
Tampoco debemos dejar de lado que Paraguay sigue ostentando la razón de mortalidad materna más alta del Cono Sur. Entonces, debemos enfocarnos en reducir la mortalidad neonatal, materna y fetal, todas estas muertes prevenibles en un 90%”, señala Galiano Marés.
En este sentido, es preciso realizar esfuerzos adicionales para avanzar hacia la universalización de la atención de la salud sexual y reproductiva en el país, aumentar de manera equitativa el uso de métodos anticonceptivos modernos y disminuir la necesidad insatisfecha y la fecundidad no deseada, especialmente en los grupos más vulnerables socialmente y en la población de las regiones más apartadas. Un acceso equitativo a la salud sexual y reproductiva y a servicios de salud contribuiría de manera determinante a la reducción de la pobreza y la desigualdad socioeconómica.

“En esto hay dos temas clave: avanzar en políticas públicas que promuevan la paridad entre hombres y mujeres en la fuerza laboral, en su acceso a empleos productivos y bien remunerados; y desarrollar estrategias para superar la gran inequidad en la distribución del trabajo doméstico y de cuidados”, indicó Galiano Marés.
Algunas cifras
Respecto a la Política Nacional de Cuidados del Paraguay al 2030 (PNCUPA 2030), el Ministerio de la Mujer reporta un avance en la implementación. La misma define al cuidado como el conjunto de actividades de atención y apoyo que son necesarias para lograr el desarrollo y el bienestar físico y emocional de las personas, a lo largo del curso de vida, atendiendo a cada ciclo de la vida.
- Tasa global de fecundidad: 1,93 hijos en promedio por mujer en 2025 (INE, 2024).
- 39% de las mujeres de 15 años y más están fuera de la fuerza de trabajo. Aumenta a 44% en áreas rurales (EPHC, 2024). En gran medida debido a la carga de trabajo no remunerado en los hogares.
- 57% de las mujeres de 14 años y más de edad realizan tareas de cuidado no remuneradas frente al 43% de los hombres. En el caso de ellas la carga de tiempo es casi el doble que la de los hombres (12,9 y 7,5 horas semanales en promedio respectivamente) (EUT, 2016).
- Ocupación formal (no agropecuarios): 34,9% mujeres y 40,5% hombres de 15 años y más (EPHC, 2024).
- 69% de la población reside en zonas urbanas (CNPV, 2022).
- Valor económico del trabajo no remunerado de cuidado (estimado por imputación de salario), 20,9 billones de Gs. (15,4 producido por mujeres -74%- y 5,4 por hombres) en 2016 (STP/ONU Paraguay/UNFPA Paraguay/CEPAL, 2021).
- 36% de niñas y niños de 0 a 5 años en 2024 está matriculado en el nivel educativo inicial, mayormente en zonas urbanas y en el sector oficial, a excepción del grupo que asiste a maternal donde prima el sector privado (INE, 2024; MEC, 2024).
- Razón de mortalidad materna 88,8 muertes por 100.000 nacidos vivos en 2022.