NACIONES UNIDAS, Nueva York - En este Día Internacional de la Mujer, rendimos homenaje a los iconos que allanaron el camino hacia la igualdad de género. Hoy centramos nuestra atención en la actual generación de activistas, mujeres cuya visión contribuye a conformar un mejor futuro para todas las personas, sea cual sea su género. Así inicia su declaración la Directora Ejecutiva del UNFPA, doctora Natalia Kanem.
Los destellos de progreso —hacia la erradicación de la violencia, la denuncia de los sesgos y la discriminación, la garantía de la autonomía e integridad corporal, y la protección de la igualdad— nos recuerdan que el camino hacia un futuro con igualdad de género no tiene por qué ser largo. Las mujeres nos instan a priorizar sus derechos y capacidad de decisión, y a acelerar nuestra labor; se trata de algo urgente.
A lo largo de su vida, 1 de cada 3 mujeres se verá expuesta a la violencia física o sexual. De cada 5 niñas, 1 contrae matrimonio antes de cumplir los 18 años; asimismo, 200 millones de mujeres y niñas han sido víctimas de algún tipo de mutilación genital femenina.
Si bien las cifras son sorprendentes, tan solo constituyen una representación superficial de la desigualdad existente en nuestro planeta. Cada año, casi 300.000 mujeres y niñas fallecen al dar a luz; la gran mayoría de estas muertes maternas podrían evitarse. Cientos de millones de mujeres y niñas, a pesar de no desear quedarse embarazadas, no tienen acceso a métodos modernos y eficaces de planificación familiar.
Aprovechemos este momento para reflexionar sobre las condiciones —tales como la pobreza, la negación de información, las relaciones de poder desiguales y los obstáculos en términos de acceso— que impiden que millones de mujeres ejerzan sus derechos fundamentales y tomen decisiones respecto de su propio cuerpo y futuro.
Podemos cambiar las cosas; para erradicar la violencia y la discriminación contra las mujeres y niñas, es imprescindible que nos neguemos a tolerar su normalización.
El UNFPA trabaja con sus asociados —entre los que figuran activistas y agentes de cambio jóvenes— a fin de eliminar los obstáculos que vulneran los derechos y la capacidad de decisión de las mujeres y niñas. Para conseguir un mundo donde impere la igualdad de género, el empoderamiento de todas las mujeres y niñas en lo referente a la defensa de su salud y derechos sexuales y reproductivos es un elemento clave. De aquí a 2030, pretendemos conseguir los “tres ceros”:
- cero necesidades insatisfechas de planificación familiar;
- cero muertes maternas evitables; y
- cero casos de violencia de género y prácticas nocivas, entre las que se incluyen el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
Nuestra labor parte de datos y pruebas de alta calidad y tiene por objetivo garantizar que nadie se quede atrás.
La consecución de los tres ceros precisará que los responsables de la adopción de decisiones empleen su poder político y financiero con miras a impulsar el cumplimiento de las promesas contraídas hace 25 años en la trascendental Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD). En 1994, los Gobiernos acordaron que la dignidad y los derechos de las personas —incluidos los derechos reproductivos— constituyen la piedra angular del desarrollo mundial. En la Cumbre de Nairobi sobre la CIPD25, celebrada el pasado mes de noviembre, se adquirieron compromisos adicionales en aras de los tres ceros.
Este año, el movimiento internacional en favor de las mujeres celebra el 25.º aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing, en la que se estableció una base ambiciosa en pro de la igualdad de género.
Debemos encargarnos de eliminar los obstáculos que siguen menoscabando la opinión, la capacidad de decisión, el consentimiento y la igualdad de las mujeres. Ha llegado el momento de cumplir nuestros compromisos colectivos con vistas a garantizar la autonomía y la integridad corporal de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida.
Luchemos por los objetivos de las feministas que nos precedieron junto con aquellas personas que, en la actualidad, defienden ideales feministas. Todos formamos parte de la Generación Igualdad. De nosotros depende garantizar la igualdad de género de una vez por todas.