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Asunción, PARAGUAY. Desde niña, Ivana Rojas Santacruz (30) observaba con admiración a las y los policías que encontraba en su camino hacia la escuela. Este recuerdo la marcó profundamente y, al terminar la secundaria, decidió convertirse en agente policial. "Siempre quise saber qué se siente servir a la gente", confiesa.

Al ingresar a la Academia Nacional de Policía, descubrió que llevar ese uniforme implicaba grandes cambios en su vida. Debía dejar su hogar para estudiar en el internado, ver a su familia solo los domingos, obtener buenas calificaciones y desarrollar disciplina e independencia. Sin embargo, el esfuerzo valió la pena. Tres años después, cumplía su meta. 

En casi una década de servicio en la Policía Nacional, la agente tiene ya seis años de experiencia en la División de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar. Actualmente trabaja en calidad de oficial primero de prevención y seguridad en la Comisaría 15.ª Metropolitana de Asunción. La tarea allí es intensa. 

"Todos los días atendemos casos de violencia intrafamiliar, especialmente hacia mujeres, a quienes encaminamos para que ejerzan su derecho a vivir libres de violencia", expresa. 

En lo que va del año, hasta el día de esta entrevista, eran 698 los casos de violencia en el ámbito doméstico registrados por la división en la que colabora Ivana.

Esta unidad especializada cumple 24 horas de guardia para brindar atención prioritaria a personas víctimas de violencia intrafamiliar. A su cargo está redactar las denuncias o asesorar sobre su proceso, acompañar a las víctimas y a sus hijos e hijas, constituirse en el lugar del hecho, articular acciones con otras dependencias del Estado y dar cumplimiento a las órdenes judiciales. También ofrece charlas preventivas en escuelas y colegios.

Porque es ley

En el ámbito de la lucha contra la violencia intrafamiliar, donde las mujeres son las principales afectadas, la oficial destaca la existencia de herramientas legales como la Ley 5777 "De protección integral a las mujeres contra toda forma de violencia", así como normativas específicas que hoy optimizan el desempeño policial. Se refiere al Manual de actuación policial y articulación para la atención integral ante hechos de violencia familiar, un sistema estandarizado de procedimientos, estrategias y pautas de actuación que desde el año pasado guía el trabajo de las y los agentes policiales.

Además, menciona el Plan piloto de reacción inmediata ante hechos de violencia contra las mujeres, que desde el año 2021 articula el trabajo de la Policía Nacional con el Ministerio Público, el Ministerio de la Mujer, el Poder Judicial y el Ministerio de la Defensa Pública para responder de manera inmediata y multidisciplinaria ante hechos de violencia contra las mujeres. Todas estas instancias gubernamentales forman parte de los aliados estratégicos del UNFPA, que en su rol de aportar en la prevención de la violencia basada en género, reconoce en la fuerza policial una aliada que puede propiciar cambios de actitud en el conjunto de la población y fomentar las denuncias de violencia hacia las mujeres. 

Por su parte, Ivana observa mejoras en la manera en que las fuerzas policiales abordan los casos de violencia de este tipo. "Hoy somos más empáticos, más humanos; tratamos de ayudar a las personas con los recursos con los que se cuenta, siempre respetando, protegiendo y garantizando sus derechos".

La denuncia: el paso clave para actuar

El 2023 fue un año récord en la recepción de denuncias por violencia familiar (34.898 casos, según el Ministerio Público), lo cual indica que hay una mayor concienciación sobre el tema. Aun así, Ivana reconoce que atreverse a dar este paso continúa siendo uno de los principales obstáculos que les impide actuar. "Normalmente no quieren denunciar por temor a represalias o a volver a sufrir maltratos por parte de sus victimarios, pero una vez que reciben la contención necesaria logran seguir los pasos correspondientes". 

La agente policial recuerda que para realizar una denuncia por violencia intrafamiliar no hace falta presentar la cédula de identidad ni otro documento. Tampoco es necesario tener la mayoría de edad ni acudir con una persona adulta si se trata de un menor. Además, la denuncia la puede hacer cualquier persona (no precisamente la víctima) sin necesidad de dar su nombre, apellido o relación con la persona en situación de violencia.

Si alguien debe denunciar un caso de violencia intrafamiliar, pero no tiene la posibilidad de acercarse a la comisaría más cercana, puede llamar al 911 para que una patrulla acuda a tomarle la denuncia o la traslade hasta la comisaría para ese fin.

Ni bien se formula la denuncia, la Policía activa el plan de reacción inmediata para atender a la víctima: llama a una defensora o defensor público y a una psicóloga o psicólogo de turno para que intervengan en el caso. A la par, comunica la situación a la fiscalía y al juzgado para que establezcan medidas de protección (orden de alejamiento, prohibiciones, resguardo en centros de acogida, etc.).

Pese a que aún persisten numerosas barreras para garantizar el derecho a una vida libre de violencia, Ivana insiste en decirles a las personas que sufren maltratos en sus hogares que no están solas y que hay procedimientos que están mejorando para su debida atención. "Les pido que no tengan miedo, que se acerquen a la Policía Nacional, porque en todos los rincones del país hay un agente policial para escucharles y no para juzgarles, que tratará de buscar salidas correctas para que se sientan seguras y acompañadas".

Romper el ciclo o repetir patrones

Otra de las tareas de Ivana es participar de las charlas preventivas que la División de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar ofrece en instituciones educativas del país. En uno de estos encuentros, ocurrió algo inesperado: luego de escuchar la charla en su escuela, un niño acudió a la Policía para denunciar un hecho de violencia en su hogar, un paso que permitió la intervención institucional.

La oficial presta especial atención a las mujeres en situación de violencia que son madres, las insta a romper con el ciclo de violencia porque sabe que existen altas probabilidades de que sus hijos e hijas repitan los mismos patrones. "Si los niños y las niñas crecen en un ambiente de maltrato, más adelante existen muchas posibilidades de que sigan los mismos pasos; esto hay que cortarlo desde que son pequeños", advierte. 

A través de la voz de la agente Ivana Rojas, la Policía Nacional se une a la campaña ¡#QuieroVivirAsí! #SinViolencia, como aliada del UNFPA, para dar a conocer recursos disponibles y a su alcance, con el objetivo de que más mujeres, adolescentes y niñas tengan acceso a las instituciones que protegen sus derechos y a la vez cambien la perspectiva de víctimas a personas que conocen, protegen, velan y ejercen sus derechos.

Desde el UNFPA apoyamos el fortalecimiento de los mecanismos institucionales para brindar protección integral a mujeres, adolescentes y niñas en situación de violencia, priorizando su bienestar. Según datos de la Policía Nacional, el 68% de las víctimas de alguna forma de violencia en el ámbito doméstico son mujeres. Unimos fuerzas para un abordaje integral que involucre a todos los sectores sociales en el combate a la violencia de manera integral y efectiva.

 

Equipo de redacción: Carolina Ravera Castro/Agencia PRessencia.

Fotografía: UNFPA Paraguay/Iván Acosta.