En América Latina, la diversidad en el régimen legal de los municipios de los distintos países es grande. Sin embargo, en casi todos ellos se han llevado adelante procesos que revalorizan la autonomía del ámbito local. En este sentido, la esfera de las políticas de género no podía quedar ajena a este proceso. En muchos países, el municipio se perfiló como ejecutor directo de políticas relativas a jóvenes y mujeres y desde áreas específicas, que implicó programas relativos a la salud, a la atención de casos de violencia contra la mujer, a los derechos reproductivos, a la equidad en la educación, etc.