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Para alcanzar la sostenibilidad, cualquier agenda de desarrollo, debe ser apuntalada en los principios fundamentales de la dignidad individual, los derechos humanos y la igualdad.

El reto de la sostenibilidad se basa en el empoderamiento y se logra contribuyendo a que todas las personas alcancen su máximo potencial, con miras a que se sostenga un crecimiento económico inclusivo. Si nuestro objetivo es garantizar un futuro sostenible y resiliente, tenemos una obligación fundamental de comprometernos con el cumplimiento de los derechos humanos y respetar la dignidad individual de cada persona.

La importancia de la universalidad, igualdad, transversalidad, integralidad, inclusión, solidaridad, equidad, dignidad y los derechos humanos en la aplicación de los enfoques hacia todos los grupos en condición de vulnerabilidad son prioritarios para erradicar la pobreza y promover oportunidades equitativas en el acceso a los medios de vida.

La promoción de la igualdad de género constituye uno de los principios fundamentales de la labor del Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA. Es a la vez un área clave programática y un enfoque transversal que influye en todas sus intervenciones. La igualdad de género enfatiza la importancia de asegurar que los servicios de salud sexual y reproductiva tomen en cuenta los aspectos de género y en la promoción de la recolección y utilización de datos desagregados que permitan la identificación de las necesidades específicas de las mujeres y las niñas.

Nuestro desafío

En Paraguay, las mujeres y las niñas representan casi el 50 % de la población. A pesar de ello, sus deseos y aspiraciones respecto a sus vidas, sus familias y sus carreras profesionales no son tenidas en cuenta en los debates sobre población. Esta realidad se repite a nivel mundial: no se escucha a 1 de cada 2 personas del planeta, se las margina y se limita su potencial. Esta exclusión impedirá a todas las personas, no sólo a estas mujeres y niñas, disfrutar de un futuro más próspero, pacífico y sostenible.

La raíz del problema no es otra que la desigualdad de género. En Paraguay, y en todo el mundo, esta injusticia generalizada:

priva a las mujeres y las niñas del acceso a la educación, el empleo y los puestos de liderazgo; 

limita su potestad y capacidad para tomar decisiones relacionadas con su salud y su vida sexual y reproductiva; 

y las hace más vulnerables a la violencia, las prácticas perjudiciales y la mortalidad materna evitable, y

lo que es probablemente más grave, impide que el mundo se pregunte o se preocupe por lo que las mujeres y las niñas quieren. 

Por ello, la relevancia de reconocer los avances de las últimas décadas, continuar trabajando en pos de la igualdad de derechos, oportunidades y capacidad para las decisiones, poniendo con decisión los datos, experiencia y sus historias al servicio de las niñas, mujeres adolescentes y adultas.

La oportunidad 

Paraguay ofrece actualmente dos oportunidades significativas para su crecimiento económico y social: el bono demográfico y el bono femenino. Ambas pueden constituirse en un poderoso impulso para el desarrollo del país, requieren la pronta adopción de políticas públicas innovadoras y sostenibles para maximizar su potencial. 

De hecho, la transición demográfica rápida y sostenida que viene ocurriendo en Paraguay desde mediados del siglo pasado, producto de los cambios en los niveles de fecundidad, mortalidad y migraciones, impacta en el peso relativo de los diferentes grupos de edad y determina la planificación para el desarrollo sostenible del país.

El bono femenino, o el beneficio económico que se obtiene por el incremento de la participación de la mujer en la actividad laboral, constituye también un potencial subutilizado. Debido a la carga desproporcionada de trabajo no remunerado que enfrentan las mujeres en Paraguay a lo largo de toda su vida, su participación en la economía es sumamente limitada, principalmente en la economía formal.

Para desbloquear el potencial del bono femenino, es crucial implementar políticas de cuidado que redistribuyan las tareas del hogar. Esto incluye, entre otras políticas, la creación de servicios de cuidado infantil accesibles y de calidad, horarios de trabajo flexibles e igualdad salarial. Promover la reasignación equitativa de las tareas del hogar entre hombres y mujeres, compartiendo responsabilidades de cuidado y tareas domésticas, es un elemento clave. Al reducir la carga del trabajo no remunerado y aumentar la participación femenina en el mercado laboral, no solo se avanza en la garantía de derechos de las mujeres al fortalecer su autonomía económica, sino también se colabora significativamente con el crecimiento económico y el bienestar social. 

Nuestra estrategia

Nuestra estrategia se basa en un enfoque múltiple, que incluye la participación de las comunidades locales, los gobiernos nacionales y los organismos internacionales para hacer frente a las barreras que impiden el progreso hacia la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. El Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA, enfoca su trabajo en tres áreas:

Promoción y diálogo en materia de derechos humanos y a igualdad de género: Este aspecto se relaciona con los sistemas estatales que supervisan el cumplimiento de las obligaciones y recomendaciones sobre derechos humanos. El trabajo en esta área es principalmente la promoción y el diálogo sobre políticas y el asesoramiento y capacidad de desarrollo tanto a promover el establecimiento y uso de estos sistemas, así como apoyar a las autoridades nacionales de vigilancia de violaciones de los derechos reproductivos. 

A fin de dimensionar el aporte del trabajo no remunerado realizado principalmente por las mujeres en sus hogares, para el mantenimiento y bienestar de las familias, el UNFPA en Paraguay apoya el avance en la construcción de políticas de cuidado y generación de información que oriente las cuentas nacionales de transferencia del tiempo. Esto permite cuantificar el valor del tiempo destinado al trabajo no remunerado en el hogar, y calcula su peso con respecto al Producto Interno Bruto (PIB). 

Violencia de género y las prácticas nocivas: El enfoque particular para Paraguay está en prevenir las violencias, el embarazo adolescente no intencional, las uniones tempranas y forzadas y la trata de personas, abordando situaciones particulares del país como criadazgo

Para esto, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA, ha apoyado la realización de estudios que brindan evidencias para caracterizar las uniones tempranas en el país, con información cualitativa que permite visibilizar y desnaturalizar las uniones que se dan a temprana edad y afectan principalmente a niñas y adolescentes, vulnerando el ejercicio de derechos fundamentales

En Paraguay apoyamos al gobierno en el desarrollo de instrumentos para el abordaje integral de las violencias hacia mujeres, adolescentes y niñas. Trabajamos conjuntamente con el Ministerio de la Mujer, el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, el Ministerio de la Defensa Pública, el Ministerio del Interior, la Policía Nacional y las Fuerzas Militares para fortalecer las capacidades de respuesta oportuna y pertinente. También con la Secretaría de Emergencia Nacional para focalizar la prevención de las violencias en situaciones de emergencia humanitaria.

Asimismo, aportamos al diálogo de mujeres indígenas para diseñar políticas públicas más apropiadas y efectivas para hacer frente a la violencia, en asociación con organizaciones como Mujeres Indígenas de Paraguay (MIPY), la Coordinadora de mujeres indígenas y campesinas rurales (CONAMURI),  Kuña Guaraní Aty y la Unión de Jóvenes Indígenas de Paraguay (UJIP) y con el Programa de cooperación de la Unión Europea “Apoyo a la implementación de la Agenda 2030 en Paraguay”, implementado por la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP).