ASUNCIÓN, Paraguay - Autoridades de las Naciones Unidas y del Gobierno Nacional presentaron esta mañana -en el Gran Hotel del Paraguay- UNITE, la campaña del Secretario General de las Naciones Unidas, que busca erradicar la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes exige unirse para concienciar, crear oportunidades de diálogo y promover acciones. Comienza este jueves 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y forma parte de los 16 días de activismo.

Estuvieron presentes Celina Esther Lezcano, Ministra de la Mujer; Lorena Segovia, Ministra de la Defensa Pública; Teresa Martínez, Ministra de la Niñez y la Adolescencia; y Carolina Llanes, Ministra de la Corte Suprema de Justicia; además de los representantes de las agencias y programas de las Naciones Unidas en Paraguay, encabezados por Mario Samaja,coordinador residente de Naciones Unidas en Paraguay

“La fecha tiene un alto simbolismo, ya que está asociada con un acontecimiento de extrema violencia contra tres mujeres que en su momento causó una gran conmoción internacional (...) Se han adherido más de 6000 organizaciones en aproximadamente 187 países y unos 300 millones de personas”, sostuvo Samaja.

A su turno, la Ministra Celina Esther Lezcano indicó que el Ministerio de la Mujer viene llevando a cabo varias acciones para erradicar la violencia hacia las mujeres. “Esto es responsabilidad de todos, sino de cada uno de nosotros como ciudadanos, dar respuesta a quienes están en situación de violencia, porque buscamos la calidad de vida de las mujeres, el bienestar y que podamos seguir avanzando juntos”.

Lorena Segovia, Ministra de la Defensa Pública, por su parte, señaló que la violencia contra la mujer es una situación que atañe no sólo a las mujeres, sino también a los hombres. Es una condición necesaria su eliminación para asegurar la felicidad. Ese derecho a la felicidad a una vida de felicidad y libertad que tenemos derecho todas las mujeres y las niñas”. 

La Ministra de la Niñez y la Adolescencia, Teresa Martínez expresó que “aprendimos a trabajar en red desde el estado en este tema tan acuciante que nos convoca y nos interpela a todos y todas. La violencia está en todas partes, cuando hablamos de niños, la violencia se da en el espacio que debe ser el más seguro, su entorno familiar. Cuando se da violencia hacia la mujer, los niños son víctimas colaterales y también nos toca atender a los niños huérfanos por culpa del feminicidio. Ante esta circunstancia, el Ministerio ha estado visibilizando esta situación que estaba muy naturalizada, que antes se decía que no había que meterse en la casa de otro y empezamos a trabajar”.

Entretanto, la Ministra de la Corte, Carolina Llanes, habló de las actividades que se realizan en el Poder Judicial, “desde la Dirección de derechos humanos y la Secretaría de Género para fomentar el conocimiento de las herramientas normativas a aplicar en los casos de violencia de niñas y mujeres”. Uno de los puntos que atienden, como ejemplo, señaló el de “las mujeres utilizadas como mulas en el narcotráfico que caen en el sistema y cuyos casos quedan desatendidos, a las que dan medidas alternativas para la abreviación de procesos antes de llegar al juicio oral”.

Esta reunión tuvo tres objetivos primordiales: visibilizar la situación de violencia que sufren niñas y mujeres, y el impacto que esto tiene en sus vidas y en el país; reconocer los avances e identificar oportunidades y desafíos para acelerar la eliminación de violencia hacia las mujeres, las adolescentes y las niñas; y reafirmar el compromiso de las instituciones y líderes para garantizar a las mujeres y las niñas un país sin violencia.

El lema de la campaña de este año es “Pinta el mundo de naranja: ¡pongamos fin a la violencia contra las mujeres y las niñas YA!”. El color naranja busca representar un futuro más brillante, libre de violencia contra las mujeres y las niñas, como un tema unificador que recorre todas las actividades globales de la campaña.

Datos alarmantes

En Paraguay, 36 de cada 100 mujeres paraguayas han sido violentadas por sus parejas o exparejas en algún momento de la relación, siendo la más frecuente la violencia psicológica (35,2%), seguida de la económica (16,1%), la física (13%) y la sexual (7,3%).^[1]

A esto se agregan flagelos como el embarazo precoz, cuyas cifras son alarmantes: 2 partos por día son de niñas de 10 a 14 años; 2 partos por hora son de adolescentes de 15 a 19 años; y las uniones tempranas y forzadas: 16.589 personas de 13 a 17 años (en su mayoría niñas y adolescentes) reportaron estar unidas o casadas en el año 2017.

El abuso sexual sigue siendo muy prevalente, especialmente en poblaciones más pobres, rurales e indígenas. Un promedio de 8 casos diarios es recibido por la Fiscalía. Lo mismo ocurre con la trata de personas. En el año 2020 se asistieron a 183 víctimas de trata local e internacional, siendo 141 niñas, niños y adolescentes^[2].

Las cifras del feminicidio también preocupan: desde el 2016 hubo 221 víctimas y más de 100 huérfanos/as en el país^[3]. “Es un listado lamentablemente largo, que lograremos reducir solamente con el compromiso diario de cada uno de nosotros; y hablo principalmente a los hombres y varones: se necesita un cambio de mentalidad urgente”, destaca el representante de Naciones Unidas.

La violencia hacia las mujeres está naturalizada en el Paraguay. Más de la mitad de las mujeres (51%) informó haber sido víctima o conocer a alguien que fue víctima de violencia (incluida violencia física, la negación de necesidades básicas, hostigamiento sexual, restricciones o abuso verbal).

Las mujeres con ingresos propios y las solteras percibieron la violencia son más propensas a reconocer la violencia, así como aquella que habían percibido una reducción de sus ingresos en el año pasado (74%).