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Casi la mitad de todos los embarazos son no intencionales, una crisis mundial, afirma nuevo informe del UNFPA

Casi la mitad de todos los embarazos son no intencionales, una crisis mundial, afirma nuevo informe del UNFPA

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Casi la mitad de todos los embarazos son no intencionales, una crisis mundial, afirma nuevo informe del UNFPA

calendar_today 30 Marzo 2022

NUEVA YORK, 30 de marzo de 2022 — Casi la mitad de todos los embarazos en el mundo, un total de 121 millones, son no intencionales. Para las mujeres y las niñas afectadas, la decisión reproductiva más trascendental de su vida –si quedar o no embarazadas– no es una opción en absoluto, explica el informe El Estado de la Población Mundial 2022, publicado el día de hoy por el UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas dedicado a la salud sexual y reproductiva.

Este trascendental informe, “Visibilizar lo Invisible: La necesidad de actuar para poner fin a la crisis desatendida de los embarazos no intencionales”, advierte que esta crisis de derechos humanos tiene consecuencias profundas para las sociedades, las mujeres y las niñas y la salud mundial. Más del 60 por ciento de los embarazos no intencionales terminan en aborto, y se estima que el 45 por ciento de todos los abortos son inseguros y producen el 13 por ciento de todas las muertes maternas, una situación que tiene importantes repercusiones en la capacidad del mundo para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

 

Se espera que la guerra en Ucrania y otros conflictos y crisis alrededor del mundo produzcan un incremento en el número de embarazos no intencionales, a medida que el acceso a la anticoncepción se vea interrumpido y la violencia sexual aumente.

“Este informe es un llamado de atención. La abrumadora cantidad de embarazos no intencionales representa un fracaso mundial en la defensa de los derechos humanos fundamentales de las mujeres y las niñas”, afirma la Directora Ejecutiva del UNFPA, la Dra. Natalia Kanem. “Para las mujeres afectadas, la decisión reproductiva más trascendental de su vida –si quedarse o no embarazadas– no es una opción en absoluto. Al poner el poder de tomar esta decisión fundamental directamente en las manos de las mujeres y las niñas, las sociedades pueden garantizar que la maternidad sea una aspiración y no algo inevitable.

 

Principales hallazgos: La desigualdad de género y el estancamiento del desarrollo se traducen en altas tasas de embarazos no intencionales

A escala mundial, se estima que 257 millones de mujeres que quieren evitar un embarazo no están usando métodos anticonceptivos seguros y modernos, y en aquellos casos en los que existen datos disponibles, casi una cuarta parte de todas las mujeres no pueden oponerse a tener relaciones sexuales. Una variedad de otros factores clave también contribuye a los embarazos no intencionales, entre ellos:

  • La falta de información y servicios de salud sexual y reproductiva.
  • Opciones anticonceptivas inadecuadas para los cuerpos o circunstancias de las mujeres.
  • Normas perjudiciales y estigma alrededor del control por parte de las mujeres de su fecundidad y sus cuerpos.
  • La violencia sexual y la coerción reproductiva.
  • Actitudes prejuiciosas o humillación en los servicios de salud.
  • La pobreza y el estancamiento del desarrollo económico.
  • La desigualdad de género.

Todos estos factores reflejan la presión impuesta por las sociedades sobre las mujeres y las niñas para que se conviertan en madres. Un embarazo no intencional no necesariamente es un fracaso personal, y se puede deber a la falta de autonomía permitida por la sociedad o al valor que se da a las vidas de las mujeres.

 

Con la llegada de una crisis los embarazos no intencionales aumentan

Las crisis y los conflictos privan a las mujeres de su capacidad de decidir a todos los niveles, además de aumentar de manera dramática el riesgo de embarazos no intencionales en el momento en que este resulta más amenazante. Las mujeres a menudo pierden el acceso a métodos anticonceptivos y la violencia sexual aumenta; algunos estudios muestran que más del 20 por ciento de las mujeres y las niñas refugiadas padecerán violencia sexual. En Afganistán, se estima que la guerra y las afectaciones a los sistemas de salud se traducirán en alrededor de 4.8 millones de embarazos no intencionales para el 2025, lo que pondrá en peligro la estabilidad, la paz y la recuperación del país en su conjunto.

“Si solo tuvieras 15 minutos para huir de tu casa, ¿qué te llevarías? ¿Te llevarías tu pasaporte? ¿Comida? ¿Te acordarías de tus anticonceptivos?”, afirma la Directora Ejecutiva del UNFPA, la Dra. Natalia Kanem. “En los días, semanas y meses posteriores al inicio de una crisis, los servicios de protección y de salud sexual y reproductiva salvan vidas, protegen a las mujeres y las niñas de daños y evitan embarazos no intencionales. Son tan vitales como la comida, el agua y los albergues”.

 

En Paraguay

 

En Paraguay, cuando analizamos la situación de los embarazos no intencionales, debemos detenernos en tres grupos con mayor necesidad insatisfecha de métodos anticonceptivos:

  • adolescentes,
  • mujeres indígenas,
  • mujeres de niveles socioeconómicos más desfavorecidos.

El acceso a información y a anticonceptivos no solo contribuye al ejercicio del derecho a la planificación familiar, sino reduce en un 30% la mortalidad materna y en un 20 % la mortalidad infantil.

 

La necesidad insatisfecha está vinculada a las desigualdades. Consecuentemente en estos grupos de mujeres la mortalidad materna, la mortalidad neonatal y la mortalidad infantil es más alta.

En nuestro país el derecho a la planificación familiar es un derecho constitucional y actualmente se cuenta con una canasta básica de métodos anticonceptivos modernos en los servicios públicos de salud a la que se puede acceder de manera gratuita para que adolescentes y mujeres puedan ejercer este derecho. Sin embargo, aún el ejercicio real de este derecho necesita fortalecerse.

 

“Cuando hablamos del impacto económico relacionado a los embarazos no intencionales en adolescentes, esto se traduce en un costo de 768 mil millones de guaraníes al año. Con estos recursos podrían construirse y equiparse 14 establecimientos de salud como el Hospital Materno Infantil de San Pablo o construir 239 kilómetros de rutas asfaltadas”, expresó la doctora Adriane Salinas Bomfim, Oficial de Salud Sexual y Reproductiva del UNFPA en Paraguay. Los datos corresponden al informe “Consecuencias socioeconómicas del embarazo adolescente en Paraguay” - MILENA 1.0, que estima el impacto económico y social del embarazo y de la maternidad adolescente en los años 2017 y 2018.

 

En Paraguay, el embarazo adolescente genera pérdidas anuales de más de 703 mil millones de guaraníes (alrededor de 125 millones de dólares) en la actividad productiva de las mujeres y de 64 mil millones de guaraníes (alrededor de 11,5 millones de dólares) para el Estado.

 

La responsabilidad de actuar
 

El informe muestra la facilidad con la que los derechos más elementales de las mujeres y las niñas son relegados a un segundo plano en tiempos de paz y en medio de una guerra. Insta a los tomadores de decisiones y a los sistemas de salud a priorizar la prevención de los embarazos no intencionales por medio de acciones dirigidas a mejorar la accesibilidad, aceptabilidad, calidad y variedad de la anticoncepción, y a ampliar de manera considerable la información y los servicios de salud sexual y reproductiva de calidad.

Urge a los encargados de formular políticas, líderes comunitarios y todas las personas a empoderar a las mujeres y las niñas de modo que puedan tomar decisiones afirmativas sobre las relaciones sexuales, la anticoncepción y la maternidad, aparte de fomentar sociedades que reconozcan el valor total de las mujeres y las niñas. Si lo hacen, las mujeres y las niñas podrán contribuir plenamente a la sociedad y contarán con las herramientas, la información y el poder para tomar esta decisión fundamental –la de tener hijos o no– por sí solas.