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CAAGUAZÚ, Paraguay – Tomasa Duré (59 años) vive en la colonia campesina Yacare´i, a 25 kilómetros de la ciudad de Caaguazú del departamento que lleva el mismo nombre. Lleva años trabajando en el Puesto de Salud de su comunidad, donde es reconocida por su labor de obstetra, ya que ha traído al mundo a la mayoría de las personas que viven allí.

Ante un llamado del Ministerio de Educación para ejercer la docencia en escuelas rurales, la “señorita Tomasa”, como la conocían, inició su vida laboral como maestra en Yacare´i.

Pero a Tomasa siempre le gustó enfermería. Entonces cuando la invitaron a trabajar en una farmacia y clínica privada en Ciudad del Este, a casi 150 kilómetros, aceptó el reto que le permitió adquirir los conocimientos básicos e iniciar el desarrollo de competencias en la atención de la salud, como partería.

En una de sus visitas a Yacare´i, un vecino cargando a un niño pequeño muy enfermo, llegó a la casa donde se hospedaba pidiendo ayuda, ya que no podía llevarlo al hospital por la distancia y la falta de medios.

Tomasa al inspeccionar al niño pudo constatar que estaba con mucha fiebre y una grave infección en la garganta. Atendió al pequeño, orientó sobre sus cuidados al padre y el niño mejoró.

La propuesta

Ya para ese entonces, en la comunidad había corrido la voz de la atención brindada por Tomasa al niño, por lo que un grupo de vecinos organizados le solicitó que se haga cargo del puesto de salud de la colonia. Urgía un apoyo, siendo que no contaban con profesionales que les atendieran.

En el año 1991, después de mucho pensarlo, Tomasa acepta el desafío y retorna a Caaguazú. La región sanitaria, pese a ser empírica, la nombra encargada del puesto de salud de Yakare´i, tiempo en el cual ella inició sus estudios como técnica en enfermería. Ya con acceso a formación y con la práctica, desarrolló las competencias para realizar atención primaria de la salud, vacunaciones e incluso para la atención de partos en la comunidad, algo fundamental puesto que el acceso a la ruta y a un hospital era muy limitado por la distancia, las malas condiciones de los caminos y la falta de transporte.

Su sueño era ser licenciada en enfermería, pero postergó sus estudios privilegiando la formación de sus hijos, ya que uno de ellos fue becado para estudiar en el exterior. Al cabo de un año retomó la universidad y se recibió en el año 2014. Hoy sus dos hijos se han graduado de médicos y ella está segura de que fue quien les transmitió la vocación por los demás.

Una experiencia que marcó su vida

En una de las jornadas de vacunación casa por casa, Tomasa se fracturó una pierna, por lo que debió enyesarse y guardar reposo. Coincidentemente con esos días, llegó un ómnibus trayendo a una mujer en trabajo de parto acompañada solo de sus hijos pequeños.

El chofer del vehículo la había acercado al Puesto de Salud ya que era el único transporte disponible en la zona.

A pesar de su condición, Tomasa atendió a la mujer mientras su marido la ayudaba acercando sábanas limpias y cuidando a los niños. Esa noche, la mujer dio a luz mellizos.

Entre las personas más pobres

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021, la mayor cantidad de pobres en Paraguay con respecto a su población está en el departamento de Caaguazú, con un 42% de personas que vive en la pobreza.

Esta fue una de las variables que determinaron que el proyecto de “Prevención del embarazo adolescente y de la violencia/abuso sexual en niñas y adolescentes desde un abordaje intersectorial”, se desarrolle en un distrito de ese departamento y que está siendo implementado por los ministerios de Salud Pública y Bienestar Social, de Educación y Ciencias, de la Niñez y Adolescencia y el de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Esta iniciativa es financiada por el UNFPA y el Gobierno de la India.

Como parte de las acciones, el proyecto incluye el fortalecimiento de los establecimientos de salud, y Tomasa recibió capacitación sobre las nuevas normativas, en particular en lo relacionado a la atención integral de adolescentes, en la oferta de servicios de planificación familiar y en los cuidados de la salud sexual y reproductiva. Así también como parte de esta iniciativa se entregaron equipamientos médicos (camilla ginecológica, silla de ruedas y escalerilla), mobiliarios, señalética y útiles para el mejoramiento de los servicios del Puesto de Salud.

A un año de jubilarse, y aunque ya no asiste partos, Tomasa sigue atendiendo con el mismo entusiasmo a las personas usuarias que llegan al servicio que está funcionando de forma temporal en la escuela de la comunidad mientras se construye el nuevo edificio del establecimiento de salud de Yakare´i que pasará a ser una Unidad de Salud de la Familia. “Nuestro Puesto de Salud está en construcción y la directora de la escuela nos cedió un aula para la atención”, comenta Tomasa con una sonrisa.

La comunidad creció y el puesto de salud se re categorizó a Unidad de Salud Familiar, lo que implica un equipo de profesionales de salud y una estructura edilicia mayor, que hoy se construye con el apoyo de la Comisión de Salud local y la V Región Sanitaria de Caaguazú. Para Tomasa representa un sueño hecho realidad y una misión cumplida con su querida comunidad de Yacare´i.

Texto: Zunilda Acosta.

Edición: Carolina Ravera Castro.

Fotografías: UNFPA/Paraguay.