El Fondo de las Población de las Naciones Unidas, UNFPA, en Paraguay apoya las acciones, políticas y programas que garanticen el pleno ejercicio de adolescentes y mujeres de sus derechos y la salud sexual y reproductiva, acorde al marco jurídico del país, a fin de decidir cómo, cuándo y con cuánta frecuencia tener hijos o no, disfrutar de una maternidad segura, libre de violencias, prevenir el VIH y las ITS, acceder a cuidados y servicios acorde al ciclo de vida, involucrando a los hombres en el cuidado de su salud y en el ejercicio de una paternidad responsable.
Para ello, trabajamos en alianza con un amplio número de socios estratégicos en el país, a fin de alcanzar hacia las metas de cero muertes maternas evitables, cero necesidades insatisfechas en anticoncepción, cero embarazos adolescentes no intencionales y cero violencia basada en género, centrándonos en las necesidades de las mujeres, las adolescentes y las niñas, especialmente las poblaciones indígenas y rurales, las personas con discapacidad y otras personas más rezagadas.
Apoyamos de manera muy cercana al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, y sus distintas direcciones, a fin de diseñar, implementar y monitorear políticas públicas que garanticen los derechos y la salud sexual y reproductiva de toda la población, sin discriminaciones.
Una línea relevante de trabajo, es el apoyo a las tareas que llevan adelante las obstetras o matronas, en pro de una maternidad segura, para lo cual impulsamos acciones conjuntas la Confederación Internacional de Matronas (ICM), la Dirección de Obstetricia del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y la Asociación de Obstetras del Paraguay (AOP).
En el orden de construir argumentos basados en evidencia y de abogar por los derechos y la salud sexual y reproductiva, en Paraguay el Fondo de Población de las Naciones Unidas colabora muy de cerca con la Federación Paraguaya de Ginecología y Obstetricia y la Asociación Latinoamericana de Obstetricia y Ginecología de la Infancia y Adolescencia-Capítulo Paraguay.
Nuestro desafío
En Paraguay, el uso de métodos anticonceptivos ha tenido un incremento sostenido, pero con desigualdades en el acceso. La necesidad insatisfecha en mujeres indígenas en edad reproductiva es el doble en relación a las mujeres no indígenas. Las adolescentes y mujeres de niveles socioeconómicos más vulnerabilizados enfrentan limitaciones en cuanto al acceso a métodos anticonceptivos.
Respecto a la mortalidad materna, pese a los avances, Paraguay sigue siendo el país del Cono Sur de América Latina con la más alta razón de mortalidad materna. De hecho, la razón de mortalidad materna en adolescentes se ha incrementado, superando la cifra nacional, y las mujeres indígenas tienen 4,5 veces más riesgo de muerte materna que una mujer no indígena.
Un reto impostergable es mejorar la calidad de la atención prenatal, del parto y del puerperio, ya que 4 de cada 10 muertes maternas ocurren por un retraso en la respuesta de los servicios de salud.
El país ha logrado desarrollar, con apoyo del UNFPA, un modelo de abordaje intersectorial para la reducción del embarazo adolescente no intencional que ha demostrado ser efectivo. No obstante, el reto es lograr el escalamiento del mismo a nivel nacional, puesto que las cifras de embarazo adolescente no intencional colocan al Paraguay en el primer lugar del Cono Sur de América Latina, junto a Brasil.
La oportunidad
Como oportunidades, el país, con el apoyo del UNFPA, deberá implementar sus nuevos planes, políticas y programas a fin de avanzar en la reducción de brechas y desigualdades.
El Plan de salud sexual y reproductiva, que tiene un énfasis en la reducción de las brechas, el Plan nacional de salud adolescente y el Plan de reducción de la morbi-mortalidad materna y neonatal, constituyen políticas clave en esta materia.
Nuestra estrategia
El Fondo de Población de las Naciones Unidas continuará apoyando a Paraguay para implementar, monitorear y evaluar políticas públicas que contribuyan a los objetivos transformadores del Plan estratégico del UNFPA: cero muertes maternas evitables, cero necesidades insatisfechas en anticoncepción y cero violencia basada en género.
Más específicamente, la ampliación de la canasta de oferta de insumos anticonceptivos del Sistema público de salud, la movilización de recursos para el escalamiento de la estrategia de reducción del embarazo adolescente no intencional y la generación de evidencia para mejorar la inversión en el Programa de salud sexual y reproductiva constituyen líneas estratégicas para mejorar la calidad de vida de las personas y los indicadores del país.