FERNANDO DE LA MORA, Paraguay. Cuando Maryan Franco descubrió la labor de un grupo de mujeres que apoyaba a personas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), supo que había encontrado su lugar en el mundo. Con tan solo 19 años, esta estudiante de Biotecnología se unió al equipo de voluntarias de Organizadas por un Mismo Ideal (OPUMI), que brinda apoyo y contención a mujeres viviendo con VIH.

Aunque de la mano de su abuela y de su madre de pequeña frecuentaba OPUMI, Maryam se involucró en la organización gracias a una conocida que colaboraba allí. Poco a poco, se fue sumergiendo en las diferentes actividades que desarrollan en las oficinas en la ciudad de Fernando de la Mora, especialmente en aquellas relacionadas con la educación y la información para combatir la discriminación.

Primero, recibió capacitación de parte de otras voluntarias con mucha experiencia, para luego convertirse en capacitadora. "Trabajamos con mujeres con VIH; nuestra misión es brindar seguimiento, contención psicológica y emocional para mejorar su calidad de vida", explica con pasión.

Según datos del Programa Nacional de Lucha contra el Sida (PRONASIDA), viven en el país unas 18.484 personas con VIH, de quienes un cuarto son mujeres.

La situación de ellas es particularmente compleja, ya que, además de los problemas de salud, enfrentan  discriminación en diversos ámbitos de sus vidas. Con frecuencia, son expulsadas de sus hogares junto a sus hijas e hijos, pierden sus trabajos y enfrentan obstáculos para acceder a los servicios de salud.

El estudio Índice de Estigma y Discriminación en Personas con VIH (INDEX 2.0), elaborado por la Fundación Vencer, con el apoyo del UNFPA entre otros aliados, refiere que el 93% de las personas con VIH sufrió vulneración de sus derechos, pero también revela que nunca realizaron una denuncia por temor al estigma y a la discriminación.

Voluntariado comprometido

Maryan comprende la importancia crucial de OPUMI para cambiar la percepción social sobre el VIH. La organización se esfuerza por transmitir información precisa y actualizada sobre el virus y la calidad de vida que pueden tener las personas que viven con él. En OPUMI,  las voluntarias están capacitadas para responder a las preguntas e inquietudes de adolescentes, brindando orientación y derribando mitos.

El trabajo en esta organización ha sido una experiencia enriquecedora para Maryan, tanto a nivel laboral como personal. Rodeada de profesionales con amplia experiencia, ha aprendido lecciones sobre empatía, respeto y solidaridad. "La actividad como voluntaria me ayudó a desarrollar una visión clara de una sociedad más justa y consciente, donde nadie sea discriminado. Estoy comprometida con esta causa", afirma con convicción.

Actualmente, OPUMI ofrece apoyo a unas 900 mujeres al año. El equipo juvenil de voluntariado suele colaborar con el cuidado y atención de hijas e hijos de las mujeres que viven con VIH, mientras ellas asisten a charlas o participan de talleres. Las personas interesadas en sumarse como voluntarias de la organización pueden comunicarse por correo, dar sus datos e indicar en qué área les gustaría colaborar.

Rol clave de ONUSIDA

Al igual que otras voluntarias de OPUMI, Maryan se ha formado en la atención a las personas que viven con VIH y en la educación de ellas y su entorno en diferentes actividades propiciadas por ONUSIDA en Paraguay, las que son impulsadas por el Equipo Conjunto de VIH, integrado por PNUD, OPS/OMS y UNFPA. Algunas son charlas como las de noviazgo sin violencia, otras acciones públicas como el evento anual en torno a los dieciséis días de activismo o la expo salud joven.

Actualmente, hay una ralentización en el ritmo en el que se van reduciendo las nuevas transmisiones por el VIH. No obstante, el acceso al tratamiento se ha incrementado y se va terminando con las muertes relacionadas al sida. 

Aún así, a nivel global, el 2023 cerró con 1,3 millones de personas que contrajeron el VIH y con 39,9 millones de personas que viven con el virus. Por ello, ONUSIDA sigue abogando por la inversión en la prevención y en la detección temprana, ya que cada dólar invertido en servicios de VIH tiene un retorno de inversión de US$ 8. 

Desde el UNFPA, a través de la campaña #¡QuieroVivirAsí! #SinViolencia, que impulsamos junto a aliados como ONUSIDA, promovemos el empoderamiento de las mujeres, las adolescentes y las niñas como protagonistas de una nueva historia en la que sus proyectos de vida puedan desarrollarse libres de violencia y de discriminación.

Equipo de redacción: Carolina Ravera Castro/Agencia PRessencia.

Fotografía: UNFPA Paraguay/Nicolás Dávalos